El pasado sábado 20 de diciembre, en primicia mundial presenté España Cosa Nuestra en la librería Cinania, de Pontevedra, nada menos.
Me acompañó y presentó X. López Mira, profesor de la Fac CC Sociales de la UVI con un larguísimo curriculum de publicaciones y méritos, pero del que yo quiero destacar que es hombre bueno y generoso, y destemido, capaz de presentarse a pecho descubierto en la boca del lobo, en Pontevedra, donde además sigue, para presentarme a mí y a este libro sobre Mariano Rajoy y sus cómplices sin esperar ningún sobre o caja de puros a cambio. Ya digo, todo esto lo hizo porque este Xuiz Honorario do Couto Mixto es así, como dije, bueno y generoso, y cuando se lo piden ayuda sin más y por eso le doy las gracias.
Álvaro y yo posando para unas simpáticas groupies |
Guillermo es escritor y librero, como yo soy
escritor y editor, y se ha lanzado, también con cierta temeridad, a
abrir esta librería novedosa en medio de una crisis del libro que
nos obliga a cuestionar cómo funciona todo, desde el concepto de
autoría, la función del editor, los sistemas de distribución y el
mismo objeto del libro, como objeto y como sujeto, como caja de
lectura cerrada y acabada, bloqueada.
Por cierto, siguiendo la breve y buena tradición de Cinania, ECN también tuvo su vino exclusivo, como podéis ver en las foto de la presentación y en esta ampliación.
Y ya, sin más, para quién no haya podido asistir a la alegre presentación, que seréis unos cuantos, os dejo el discursito que solté, poco más o menos.
Antes de nada quiero decir que.. Bueno, es solo un aviso para que
nadie se lleve a engaño. Pero es que, aunque el libro si tiene un
tono de humor, yo, por desgracia, no soy ni gracioso ni ocurrente.
Más bien soy normal, normal como Mariano Rajoy, que tampoco es
gracioso ni ocurrente, pero que, sin embargo, da mucho juego para
hacer chistes.
Bueno, Mariano es el
motivo central de este libro, es sin duda su protagonista, pero en
este libro sale mucha gente que hace y dice muchas cosas. Son cosas, pues más o menos corrientes y cosas raras, alucinantes a veces, pero todas ciertas, cosas que pasaron y se dijeron de verdad. Muchas seguro que
todavía las recordáis, otras las habréis olvidado, y de otras
muchas quizá, no os hayáis enterado nunca u os hayan pasado
inadvertidas. Pero reescribiendo a Mariano, en este libro todo es
cierto, salvo alguna cosa... (que tambien pudiera serlo, la verdad.
Pero ahí lo dejo.)
Empece a escribir el
libro como quien escribe una crónica de guerra en julio de 2013,
cuando El Mundo publicó los SMS entre Bárcenas y Rajoy para
la edición del domingo 14 de julio, y en internet la noche del 13,
sábado. Recalco las fechas porque fue algo nunca visto. Por primera
y única vez en la historia del Mundo Mariano, hubo una respuesta
inmediata y clara de Moncloa a la acusación. El mismo día 14,
domingo, por la mañana, cerca de las 11 horas, RTVE sacó la
noticia: Moncloa decía que sí, que aquellos SMS eran de Mariano
Rajoy y Luis Bárcenas.
Fijaos, el PP sigue
mareando con que si los papeles de Bárcenas son o no suyos, o sea,
del PP, de esa empresa, tal como la llamó Soraya aquellos
días; sigue mareando con los pagos en b; con los sobres; con cuándo
dejó Bárcenas de ser o no el Tesorero; marea con todo, pero en
menos de 24 horas admitió algo muy difícil, en mi opinión, de
probar, y era la relación epistolar de Luis con Mariano via SMS. Las
razones de esta inaudita reacción se desvelan en el libro.
Ésta la parte del
misterio, de la investigación criminal, la parte detectivesca del
libro, que tambien la tiene.
Fue la bomba. Ahora
quizá no os acordéis de cómo se vivieron aquellos días, la guerra
de nervios que sufrió el Gobierno y el PP, la cantidad de rumores
más o menos fundados y la cantidad de bulos más o menos interesados
que corrieron.
Solo os diré que un
periodista canario: Jaime Rubio Rosales de Noticias Gran Canaria,
publicó que:
...le habían informado que:
...existía una conjura
entre: ¡¡Aznar y Aguirre!!
...para: ATENCIÓN, ATENCIÓN:
¡¡¡¡Proclamar la III República!!!
(Por supuesto, con Aznar
de Presidente, y Esperanza Aguirre de Primera Ministra.)
Esto es cierto. Vamos,
no la conjura (vamos, supongo que no), pero sí que Jaime Rubio lo
publicó.
Como si fuera el Cuore,
este tal Jaime Rubio añadía en su noticia que no le daba mucha
credibilidad al rumor, pero lo contaba para que viesen sus
lectores lo revueltas que andaban las cosas por Madrid.
Pues sí. Se dijo de
todo y se publicó aún más. Hasta estos extremos llegó la paranoia
aquellos días.
Y ahí es donde me ví en la necesidad de dar
testimonio y empezar este libro, entendiendo que vivíamos una de
esas conjunciones planetarias de la política española. Me
puse a escribir como un corresponsal de guerra sobre los sucesos del
caso Bárcenas, hasta ser capaz de reconstruir, más o menos, toda la
historia.
Pasado el verano estaba
claro que el caso Bárcenas quedaba congelado, otro muerto para el
abarrotado armario de la política española. Un cadáver gordo, sí,
pero otro a sumar al de la Gürtel, al del Método 3, al de los ERE,
al de los Pujol, al Malaya, al Noos, a la Pokemon, al caso Fabra, y
etc, etc. etc. Pero para entonces el caso Bárcenas ya se había convertido para mí
en el caso de La fabulosa muerte y resurrección de Mariano Rajoy.
La primera parte de este libro.
Y como os decía, no soy
una persona graciosa. Lo que este libro tenga de gracioso, o de loco,
de vodevil, de cómico, de opereta, desde luego no lo he puesto yo.
Yo tan solo he puesto la distancia, que es lo que hace que un
trompazo parezca gracioso. Lo que esconde la risa es el dolor.
Detrás de la figura
patética y cómica de Mariano, sin ir más lejos, hay mucho dolor.
Mariano Rajoy es un hombre que ha sufrido mucho. En su victoria de
2011, por ejemplo, Mariano se quedó solo en la sede del PP, en
Génova. ¿Qué hacía Mariano aquella noche de su victoria?
¿Preparaba su discurso del día siguiente? ¿Preparaba el nuevo
Gobierno? ¿Hablaba con los líderes internacionales, con la Troika?
¿Estudiaba los planes para sacar a España? Pues nada de eso. Rajoy
revisaba sin parar los resultados. Pueblo a pueblo. Casi urna a urna.
Mariano se regodeaba en su victoria. Lo necesitaba. Necesitaba
vindicarse. Escrutaba con especial atención los sitios en los que él
había hecho campaña. Pero lo patético, una vez más, es que de
nuevo estaba sólo. Incluso Viri, su mujer, se fue a casa harta de
esperarle.
Es una escena cómica y
terrible, la del ganador de las elecciones abandonado por todos en la
noche de su gran victoria, aburridos de esperarle. Y él allí,
curándose al fin de tantos sinsabores, de tantos desprecios y
humillaciones, de tanto resistir.
Mariano Rajoy es un
hombre con evidentes limitaciones. Está claro. Carece por completo
de capacidades comunicativas, expresivas, de empatía física. Es un
hombre al que le dan pájaras inconcebibles, como aquella vez en que,
tras ocho años de candidato a presidente de Gobierno no supo
responder a una sencilla pregunta de qué haría para acabar con el
paro juvenil, porque no entendía su propia letra. Mariano es
un hombre sin reflejos mentales y sin chispa, bovino, parado, lento.
Está hecho para resistir, para sufrir. Carece de espontaneidad ni
atractivo, no es un líder brillante, no es alguien a quien la gente
siga con alegría, no es alguien que destaque ni nunca lo ha sido.
No cabe duda que estas
limitaciones personales se extienden a su política y explican muchos
de sus fracasos y el profundo dolor que causan a su alrededor. Toda
la desastrosa política de comunicación e incapacidad de negociación
y mano izquierda de este Gobierno emana de la personalidad de Rajoy.
Mariano extiende a su alrededor su propio sufrimiento.
Así, para entender cómo
este hombre había podido llegar a ser presidente de Gobierno, me
puse a investigar su entorno, a las personas que más le habían
ayudado a llegar donde está, y en primer lugar, a su segunda en el
Gobierno, la mujer, a decir del propio Mariano: que nunca le
falla. Soraya Sáenz de Santamaría.
Soraya es Mariano sin
Bárcenas, se dijo en aquellos días del escándalo. Sí, Soraya
se parece a Mariano en muchas cosas, y en ocasiones puede ser más
Mariano que el propio Mariano, pero por supuesto, también tiene sus
propias cualidades, que conocemos bien: Soraya es trabajadora,
eficiente, práctica, dispuesta. Todo positifo, nada negatifo Cuando
uno se pone a investigar sobre Soraya, lo que salta a la vista, es el
control absoluto que esta mujer ha ejercido sirmpre sobre su propia
imagen. Ella es, sin duda, y usando sus propias palabras, una
política entre bambalinas.
Soraya es aún más
celosa de su imagen que Mariano, más controladora, más cerrada. Es
una política disciplinada que cuida al milímetro su proyeción
pública y el comportamiento de su círculo de colaboradores: los
Sorayos. Siempre está al quite, atenta, aunque en segundo plano. También este impuslo controlador se manifiesta en su política. Ella no solo dirige el CNI, sino RTVE y la Agencia Efe, y no se pierde uno de esos cursos de verano y jornadas y merendolas con
los jefes de la prensa.
Quizá os suene el
nombre, María Pico, la directora de gabinete de Soraya, su mano
derecha, la que se supone llamó al Pequeño Nicolás para desenmascararlo,
lucía una imponente calavera palteada en su espalda el día de su
juramento del cargo. Lo sé porque salía en el vídeo que tenía
colgado Moncloa, y que ya no se puede ver.
Una calavera plateada ¿Os
imagináis a un secretario de Estado con, yo qué sé, un cinturón
de pinchos y pelo casco en plan neo-punky-pero-arreglado? Y esta
mujer, Maria Pico, que es la sombra de Soraya, su Killer Barbie,
su agente especial, tiene más poder que cualquier secretario de
Estado. ¿Qué os imagináis que es esta segunda de Soraya? Pues
periodista. Experta en comunicación institucional y política, sea lo que eso sea.
Os diré, ya que sale el tema, que yo sospecho que sí, que Nicolás trabajaba para ella y que lo fulminó por ir por libre y pasarse de rosca.
La segunda parte del
libro viene a desentrañar la relación entre Mariano y Soraya, su
relación de pareja, como personas, amigos, colaboradores, o lo que
sea. A entender qué son Mariano para Soraya y Soraya para Mariano es a lo que está dedicada la segunda parte.
Más que en grandes
discursos ideológicos, la gente confía en el ejemplo de las
relaciones personales, dejó escrito Mariano Rajoy en sus
Desmemorias. Pues eso. La relación personal con Soraya es lo
que se investiga porque eso es lo que explica en buena medida su
política, la de ambos. ¿Hay amor, revolcones políticos, o son un
matrimonio de conveniencia?
Hoy en España Mariano reina mientras
Soraya gobierna, y este reparto de poderes y funciones viene
determinado por la relación entre ambos: Mariano y Soraya.
Por fin en la tercera
parte, la familia que le siempre vota, la colmena popular,
está dedicada a otros personajes que rodean a Mariano Rajoy,
empezando por ella, la Otra, la mujer que nunca le dice que no,
María Dolores de Cospedal, mujer que es de todos y no es de
nadie, a Rasputín
Arriola, el
hombre de los dos maletines; a la guardia de corps del Congreso,
formada por los Guapos Alfonso Alonso y Rafa Hernado, hace poco
ascendidos, JA Bermúdez y el Alegre C. Floriano; a la
panda de gallegos, que guardan
el misterio galaico de Rajoy; al inefable Moragas, y algunos otros.
Estos peronajes son los que protegen, cuidan y medran a la
sombra de Mariano, pero también están ahí algunos de sus enemigos
íntimos, como el Ausente Aznar, el Repelente Niño Vicente
Gallardón, la Baronesa Aguirre, todos de la Vieja Guardia, el
pasado de Rajoy, sus viejos camaradas... Repasar la personalidad
y la relación de todos ellos con Mariano nos ayuda a entender cómo
piensa y actúa la clase política -sección PP- que tenemos, y cómo
funciona este sistema político que ha hecho precisamente de esto, de
las relaciones personales, el principal activo político y casi único
requisito para medrar en España, tal y como aprendió bien joven el
Pequeño Nicolás, genio y figura de esta España que se arrima.