25.- La tía Tante

Mariano, con esa manera que tiene de ser, con esa inteligencia bovina que Dios le ha dado, con ese interminable rumiar antes de decir ni mu y esa mala manera final de soltar las cosas que luego piensas que sí, pues que estaba mejor callado, no cayó nada bien a la Tante, ni antes ni siendo presidente. Y quizá por eso, o por otras cosas también, pero en cualquier caso ayudar ayudó, la tía Tante se buscó una favorita en el Gobierno de España, que no fue otra que su pequeña Soraya.